lunes, 5 de abril de 2010

¿Por qué yo?


Empezaba el día, con la misma rutina, escuchando el placentero sonido del sexo que hacían mis vecinos, el canto de unos pajaritos enamorados y los gritos de mi tía hacia mi tío, esa palabra que me identificaba mucho “maricon”. Quería encontrar mi leyenda personal, para poder morir con gracia, aun era joven tenia recién 18 años, pero yo me veía como un viejo. Postule a la universidad San Marcos a la carrera de derecho, con las esperanzas de imitar a mis escritores favoritos; Mario Vargas Llosa y Jaime Bayly, ambos estudiaron derecho pero no la utilizaron ya que solo estudiaron para darle el gusto a sus familiares. Lamentablemente yo no pude darle el gusto a mi familia.
Otros de mis pasatiempos era dibujar y escribir, no me llame escritor por la única razón de no estudiar lo que quería, así que pedía que me llamen solo un escribidor, pero muy pocos sabían esa faceta de mi vida ya que era un poco antisocial.

Era joven, con buena talla y me vacilaba mucho su forma de expresar sus pensamientos, pero su muerte marco mucho mi vida, sus ultimas palabras marcaron mi vida “perro de mierda, porque no me disparas si soy un simple hombre”, él para mi no era un simple hombre y el soldado se suicido después de matarlo porque sabía que nadie podría hacer lo mismo q izo el, unir todo Latinoamérica.

Tenía que decirle la verdad, había disfrutado mucho la noche de placer, pero aunque era Maritza con la que hacia el amor, solo tenia a Gina en mi cabeza. Eran las 4: 36 de la mañana y no sabia como decirle que quería terminar con ella. Maritza se levanto, me miro a los ojos y soltó un “te amo”, mi silencio fue mi respuesta. Ella salio de la cama, estaba completamente desnuda, saco cigarrillos de su cartera y empezó a fumar, en eso empezó a llorar y me dijo “se que ya no quieres nada conmigo, pero sabes yo lo ago porque mi cuerpo aun te ama y necesita de ti, aunque se que tu no me correspondes como yo quiero, en ocasiones pienso en suicidarme para terminar con esta mierda- nunca había escuchado hablar a Mariza así, me quede impresionado y seguía aun callado-, intente muchas cosas para que me vuelvas a amar pero no logre nada. Vamos te invito a tomar desayuno y de ahí te llevo a tu casa”. Mis únicas palabras esa mañana fueron “gracias” y “nos vemos”, me sentía matado y en parte tranquilo porque creí q ahora podría estar con Gina sin ningún resentimiento.

Me encerré en mi cuarto, vivía entre papeles, libros y mucha basura, pero aun así me sentía cómodo. Prendí la laptop y seguí escribiendo mi novela, pero las líneas eran hostiles y eso no me agrada, prendí un cigarrillo para la inspiración, había escuchado que el cigarro y el alcohol logran motivar a todo escritor, pero aun así mi cabeza estaba con lo que me había dicho Maritza. Salí a la tienda a comprar más cigarrillos, me atendió Delhi, era joven y con cuerpo brutal, tenia esa mirada que no le importaba nada, siempre pedía lo que estaba en el piso para ganarme con algo de sus voluptuosos senos, y ella me respondía con una sonrisa. Converse un poco con ella y me pidió que le ayude en una tarea de computación, no entendía aun porque quería que le enseñe computación, en eso me conto que su computadora se le había malogrado y no iba a las cabinas de internet porque mucho le molestaban; y por eso pedía mi ayuda, le dije que vaya a mi casa dentro de 15 minutos, sin saber lo que iba a ocurrir más adelante.

Seguía con mi novela, en eso suena la puerta, me había olvidado completamente de Delhi, fui y estaba ella con una minifalda y un polo que hacia notar gran parte de sus pechos, además de su mochila. Le dije que me espere en la sala de estudio de mi tío, tenía que grabar mi trabajo y apagar la laptop, no me había dado cuenta que Delhi me había seguido hasta mi cuarto hasta que escuche que cerro mi puerta.
- ¿Qué haces aquí?- le dije muy sorprendido.
- Tienes cigarros- me dijo con una sonrisa sensual- yo siempre trabajo en la computadora con un cigarrito pues.
- Claro espera que lo prenda- le dije sonriendo-, chupadito es más rico, o ¿no?
En eso ella me detuvo y saco de su mochila marihuana, yo quede impactado porque no creía eso de ella, quito mi cigarro de mi mano, saco toda la nicotina y puso su hierba.
- Se que estas escribiendo una novela – me decía eso mientras lo armaba-, tu solo escribe que a partir de ahora yo seré tu ninfa.
- Bueno, esta bien pero no prendas eso sino tendré problemas en mi casa.
- No te preocupes tu solo relájate.
Me abrazo y empezó a besarme, me sentó junto a la laptop, ella empezó a hacer bailes sensuales y solo me pedía que escribiera. No podía hacerlo, mis ojos estaban hipnotizados con su belleza de mujer, fue en eso que prendió su cigarro y se hecho en mi cama, me levante y ella me mando a sentar de nuevo, con la obligación de escribir. Empezó a desnudarse y no paraba de reírse, me dijo si quería probar y le conteste que las drogas no funcionaban en mí, me sentía más cómodo con mi lucky, me dijo que era un idiota y siguió bailando en mi cama.
- No sé si llegaras a ser un escritor famoso- me decía mientras se masturbaba-, pero si logras serlo hazme un favor y sácame de esta mierda en donde vivimos.
La mire y me di cuenta que empezó a llorar, y no fueron por sus palabras sino por el dolor que sentía por masturbarse. Tape mi laptop, moví mi silla y empecé a conversar con ella.
Empezó a contarme lo triste que fue su infancia, y que odia ser como es, porque todos los hombres lo miran solo con apetito sexual, y que ahora ultimo, su tío la había violado. Ella lloraba, yo escuchaba todo con mucha atención.

La lleve a la ducha para que se bañara y ella me dijo
- Báñate conmigo, ya me has visto desnuda.
- La verdad no puedo, aun estoy en shock por tenerte desnuda en mi casa y darme cuenta que no hemos hecho nada – había dicho algo que solo estaba en mi pensamiento.
- No tengas miedo ven.
Sonrió y empezó a quitarme la ropa, terminamos rozando nuestros cuerpos y algo más.

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