sábado, 24 de noviembre de 2012

El rechazo


El escritor estaba aún despierto, con su cigarro prendido, esperando que suene la alarma para seguir con su rutina, era un viernes del mes de Agosto. Una semana antes había terminado con su novia de la peor manera, se enteró que ella lo engaño y solo la miro le dio un beso y se fue.
Antes de sonar la alarma, le llego un mensaje de ella, pidiéndole disculpas por todo lo que había pasado. Ella le pedía que regresaran. Soltó una lagrima, apago su cigarro y fue a la ducha.
      -       Hijo, te dije que ya no fumes, cuando te vengan tus ataques de asma vas a ver cómo te vas a arrepentir de todos los cigarros que fumas.
      -       Tranquila mami, solo fue uno. Sé que estas entrando a mi cuarto y te llevas mis cigarros.
      -       No hijo, como crees. Y dime que paso con Sofía, ya no llama seguido a casa, y la verdad es que también te siento raro. ¿Todo bien con ella?

Él no quería contarle nada de lo que había pasado, quizás su madre era su única amiga, pero tampoco quería que le tenga algún rencor a Sofía.


      -       No mamá, solo que ella está trabajando y bueno ya no tiene tiempo para llamar. Además sabes que yo también algo ocupado tratando de escribir mi cuento.
      -       Si amor, pero de todas manera el cigarro no te ayuda en nada.
      -       Descuida mamá, termino ese bendito cuento, lo mando al concurso y dejo el cigarro.
      -       Mira hijo, si ser escritor significa que tienes que fumar, prefiero que sigas con tu carrera de ingeniería. Y ya ve a tu trabajo q es tarde, seguro vas a tomar colectivo, así no ahorraras nada. Y este año quiero un buen regalo para navidad – y le mostró esa sonrisa que siempre le alegra por las mañanas.

Su madre le alisto su almuerzo, le dio un beso. El escritor salió rumbo a su trabajo.

      -       Sr. Gutiérrez, ¿otra vez tarde? Esta vez tengo órdenes de no dejarle entrar a la empresa.
      -       Pero solo me he pasado 5 minutos de la hora.
      -       Han pasado 15 minutos contando con la tolerancia, lo siento pero no te puedo dejar pasar.
      -       Entonces dime  ¿qué debo hacer?
      -       Bueno, regresa a tu casa y mañana llega temprano.

Y el vigilante le cerró la puerta. El escritor prendió su cigarro y se fue al paradero de combis para regresar a su casa.

Cruzando la calle se encontró con un amigo de su instituto. Era Samuel, un chico religioso, bueno, tranquilo pero tenía un problema con las chicas, siempre se enamoraba.


       -       ¿Cesar? A los años, veo que has subido mucho de peso y aun tienes problemas con el Gillette.
       -       ¿Cómo estas, Samuel? ¿trabajas por aquí?
       -       Sí, estoy camino a mi trabajo ¿y tú?
       -       Llegue tarde, estoy regresando a mi casa.
       -       Te cuento que Carla empieza a trabajar hoy conmigo.

Carla era la ex enamorada del escritor, solo duraron poco tiempo, y ella también le fue infiel, no terminaron como amigos pero aún se saludaban.


       -       ¿Así? Qué bueno
       -       Si pues, le estoy esperando para explicarle como es el trabajo en mi empresa.
       -       Ah bueno, entonces me voy no quiero retrasarte.
       -       Si creo q será lo mejor, además estas todo desarreglado, pelucón, barbón y panzón.

El escritor se sintió incomodo, solo atino a sonreír y se despidió de su amigo.

Cuando regreso a su casa, su mamá ya se había ido a su trabajo. Se encerró en su cuarto, nuevamente prendió un cigarro y se puso a pensar en Carla. También pensó en Sofía y se preguntaba porque ambas le engañaron. Prendió su PC y empezó a ver las fotos que tenia de ellas.


Su celular empezó a sonar, el escritor se había quedado dormido y ya la noche había consumido el día, era su amigo Jeremías. Otro compañero de su instituto.


       -       Dime, Jeremías ¿qué paso?
       -       Hoy hay un concierto en el centro, que dices ¿vamos? 
       -       La verdad no estoy con ganas, además no tengo dinero.
       -       Ya no le das tiempo a tus amigos, y dime ¿aun sigues con la estúpida idea de escribir un cuento?
       -       Si, aún sigo con esa estúpida idea
       -       Oye te vas a morir de hambre, huevon. Estudia ingeniería y pide un aumento en tu trabajo. No desperdicies tu tiempo en sueños, ya no eres un adolescente.
       -       Bueno ok, seguiré tu consejo, pero también te recomiendo que dejes de tomar sino morirás de cirrosis.
       -       Tú deja de fumar huevon…

El escritor colgó el celular y lo apago. Se levantó de su cama, se puso la primera casaca que encontró, se hecho un perfume que Sofía le había regalado, y salió para un bar en Barranco. Era viernes y quería despejar algo su mente.

*************

     -       ¿Cesar? ¿Cómo estas, a los años?
     -       Hola, María. Ahí bien gracias. ¿Y tú que haces por aquí?
     -       Vine con unos amigos, te vi y entre para saludarte. Y tu ¿por qué estás solo aquí?
     -       Nada vine a tomar un trago.
     -       ¿Solo?
     -       Si, así es mejor. Uno tiene más espacio para tener mejores ideas.

El  escritor estaba algo mareado, no dejo de mirar su sonrisa.

     -       La verdad es que necesitaba salir para meditar, estoy escribiendo un cuento para un concurso que mi madre me inscribió. El premio es bueno y con eso estudiaría literatura en una buena universidad. Pero la semana pasada me entere que mi enamorada me engaño. Fui a recogerla a su instituto y me di con la sorpresa que estaba cogida de la mano con un chico, que para serte sincero es muy feo. Le llame en ese momento, ella me hablaba de lo más normal. Hasta que le pregunte si estaba sola, me dijo si, fue en ese momento que le dije q mire hacia atrás y ahí se dio cuenta de mi presencia. Le di un golpe al chico, y aun me duele la mano, le dije que todo se fue a la mierda. Ahora solo pienso en cuentos de venganza y asesinato. Así que vine a relajarme un rato. Y en eso apareces tú, y la verdad me siento muy atraído por esa hermosa sonrisa que tienes.
    -       Gracias, y de veras lo siento por lo que te hizo tu enamorado o mejor dicho tu ex enamorada.
    -       Descuida es la segunda vez q me hacen esto, lo superare rápido. Pero sabes, me he estado preguntado  ¿por qué nunca hemos salido juntos? Tu sabes, tu y yo.

En ese momento entro un joven bien arreglado, tenía las cejas casi perfectas, brillo en sus labios, tenía un peinado con su cabello parado, se notaba claramente que usaba gel, y no tenía nada de pelo en su cara.

    -       María, aquí estabas, ya vamos a entrar a la discoteca.
    -       José, te presento a Cesar, un antiguo amigo del trabajo.
    -      ¿Que tal? mucho gusto.
    -       Bueno, amigo. Ya me tengo que ir, me están esperando. Seguiremos conversando otro día. Cuídate y suerte con tu cuento.

En ese momento el escritor entendió muy bien el ¿Por qué? nunca salieron juntos. El tal José era todo lo contrario al escritor.

Pago la cuenta de lo que había consumido. Y tras el gran rechazo que sintió ese día solo le quedaba regresar a su casa e intentar escribir ese bendito cuento. El escritor tomo un taxi para su casa. Su mamá se había quedado dormida en el sofá. Trato de no hacer mucho ruido, le dio un beso en la frente y termino encerrándose en tu cuarto. Prendió su Pc, se sentó y empezó a escribir.

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