viernes, 19 de noviembre de 2010

"En el ombligo de la luna..."



Era difícil imaginar mi vida sin sexo, imaginar un mundo donde todo era senos y traseros; fue cambiado por computadoras, libros y responsabilidades. Tenía que tranquilizarme, tenía que ahora lidiar con mujeres, sin pensar en sexo, mi sex boody se había casado, y yo quede en la nada. Ella me dijo: “Joaquín debes de controlarte, el sexo no es todo. Tienes que conocer a mujeres, enamorarte y tener hijos. Yo ya encontré a un hombre que amo, y no pienso perderlo”. En ese momento lo único que pude decir fue: “Bueno está bien, pero no quieres hacerlo por última vez”. Ella sonrió, me dio una cachetada y salió de la habitación de hotel.
Estuve intentando salir con más mujeres, intente enamorarme, pero solo conseguía perder gusto por las mujeres. Escuchar frases como: “Mira que gorda esta Jimena”, “Porque usas esa ropa, pareces un señor”, “Podemos llevar a mi amiga, es que esta depre porque termino con su enamorado (en ese momento conocí toda la vida del enamorado malo)”, etc.…
Busque la manera de llevarme bien con las mujeres, pero me di cuenta que tendría que actuar como un idiota, me había acostumbrado tanto a mi sex boody, que me había olvidado cómo tratar a un mujer. Creí que ya era mi fin, quizás ahora me gustarían los hombres y perdí totalmente el gusto a las mujeres. Bueno todas esas dudas termino, cuando me encontré con ella…

Me encontraba en una cabina de internet, mirando pornografía gratuita, pero no me di cuenta que a mi lado había una mujer.
- ¡Qué asco! – me dijo aquella chica con mucha repugnancia.
- Si gustas me haces el favor para dejar de ver estos videos – le sonreí, y nuevamente termine con mi rostro adolorido.
- ¡Maldito imbécil!
Y ella se fue alejando, y termine nuevamente solo, entonces una chica se acerco y me dio un papel, no pude verla, me quede concentrado viendo el video. El papel decía: “Si quieres que te haga el “favor”, te espero en el parque municipal de barranco, hoy a las 11:45. Se puntual sino me voy…no me busques, pues yo te voy a encontrar.”
No lo dude dos veces, y ese día estuve en el parque municipal a las 10:40, esperando que alguien se acerque, y me diga: “Hoy te hago el favor”. Prendí un cigarro en mis 5 minutos más largos de mi vida. Me puse a imaginar a esa chica, preguntándome si era hermosa o fea, si el “favor” que ella me quería dar era el “favor” que yo tenía en mis pensamientos. En ese momento alguien me toco mi espalda.
- Hola que tal
- Hola… bien gracias.
- Me doy cuenta que eres muy puntual.
- Quizás será porque quería conocerte.

Realmente era hermosa, su cabello brillaba, unos hermosos ojos pardos, y una sonrisa que deslumbraba la ambrosia de los dioses. Ella me hablaba, pero yo no sabía reaccionar, no sabía cómo tratar a una mujer, pero me di cuenta que no pensaba en sexo en ese momento.
- Bueno, ya q no dices nada. Déjame presentarme, me llamo Cielo
- Yo me llamo Joaquín. Mucho gusto – tenía que sentir el calor de su cuerpo, y le bese su mejilla como saludo.
- Caminemos por el parque, y pensemos a donde ir ahora.
- Bueno aquí hay muchos bares y discotecas, ¿A cuál te gustaría ir?
- Vamos a una discoteca, quiero bailar.
- Está bien, pero déjame decirte que no soy buen bailarín.
Estuvimos conversando mientras tomábamos un par de cervezas, aun desde que entramos a la discoteca no habíamos bailado y yo no había encendido ni un solo cigarrillo. Estuvimos conversando sobre música, me sorprendió mucho de sus gustos. Ella escuchaba grupos como The Strokes, Porter, Artic Monkeys, Muse, bandas que también eran mis favoritas. La estuvimos pasando bien.
- Bueno Joaquín, creo que esta señorita desea bailar.
- Oh, entiendo – estaba muy nervioso, realmente no sabía bailar, menos una salsa.
- Ven, vamos a la pista de baile – tomo mi mano, y fuimos la primera pareja en la pista de baile.
No recuerdo cuantas veces abre pisado sus pies, yo me encontraba rojo de la vergüenza, pero ella simplemente me sonreía, se estaba divirtiendo mucho. Me dijo que ahora yo escoja a donde ir, pues ya le empezó a doler los pies (creo que fue por las pisadas de pies q le di). En ese momento no se me ocurrió llevarla a un hotel y tener sexo; en ese momento se me ocurrió ir a un bar a escuchar música y seguir conversando. Pague la cuenta, y fuimos a buscar un bar con buena música. Estaba La Noche de Barranco, pero realmente mi presupuesto no me alcanzaba para ese bar.
- Nuevamente sígueme – volvió a coger mi mano y me llamo a un bar llamado Keko Bar.
- Estas segura que quieres aquí.
- Sí, me encanta este sitio, siempre se presentan bandas independientes.
- Está bien, me dejare llevar por tus gustos – ella me sonrió.
Esta vez pedimos un vino, las bandas no estaban mal, algunas eran screamo, y la verdad detesto ese género. Esta vez el tema de conversación fueron los libros. No recuerdo bien los títulos que ella me decía, la verdad nunca los había oído, pero sonaban interesantes. Cambiamos de tema, y ahora era sobre los estudios.
- ¿a qué te dedicas? – me pregunto ella.
- Bueno soy asistente de un ingeniero, aun no termino mi carrera, la deje porque no me gustaba.
- ¿no la terminaste? ¿Por qué?
- Porque no me gustaba, ahora me dedico a trabajar con lo que aprendí, y en las noches solo intento hacer música, escribir y dibujar.
- Ya veo, y que piensas hacer más adelante.
- Quiero un negocio, un café bar, creo que soy bien bohemio. –ella empezó a reírse.
- Ya veo, espero que cumplas tus metas.
En ese momento creí en el amor a primera vista, quería besarla y decirle que se casara conmigo. No entendía que era esto que sentía. Ella me miro, sonrió y me dijo:
- Bueno ya me tengo que ir, sino se preocuparan en mi casa.
- Espero que te hayas divertido, yo la pase de maravilla.
- Yo también la pase bien, gracias por todo.
- Solo espero que no sea la última vez que nos veamos
- Prometo que no será la última vez, - en eso se acerco y me dijo dulcemente- pero prométeme algo, ¿Qué aun no te vas a enamorar de mi?
En ese momento me hundí en la tierra, me quede sorprendido por lo que dijo, acaso era obvio que estaba enamorado de ella, tan solo con conocerla una noche o ella tendría el ego muy alto.
- Hoy te hice el favor – me dijo ella sonriendo- , te enseñe como tratar a una mujer.
- Oh, gracias – me había olvidado del “favor”.- déjame acompañarte a tu casa.
- No, gracias. Puedo llegar sola.
- ¿Por dónde vives?
- En el ombligo de la luna – en ese momento me quede en la nada - , pero descuida, un día te invitare a mi casa.


Ella se acerco a mí, y me dio un beso en mis labios. Me quede paralizado, no pude reaccionar, ella se dirigía hacia los arboles, y se perdió entre la neblina y la luz de la luna. Yo regrese al bar, saque mi libreta negra, y empecé a escribir.

3 comentarios:

  1. MMM LINDA AMIO LA NOVELA AHHH ...

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  2. eres!!!un poco mmmmmmmmmmm para mi un poco complicado de entender..........!!! pero me gusta q escribas lo que piensas!!!:)sigue tus sueños seras un gran escritor!!!!un AUGUSTO FERRANDO!!!!TE ESTA ESPERANDO PQ DIGAN !YO LO DESCUBRI!!!JAJAJAJA!katy!!!!!

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